El Albaicín es un barrio de Granada que se ha construido en una colina frente a la Alhambra. El diseño se produjo cuando Granada fue gobernada por los árabes mucho antes de la llegada de los automóviles, por lo que las calles forman un estrecho laberinto empedrado intercalado con pequeñas plazas. Los balcones llenos de geranios, los destellos de la Alhambra a cada paso, el silencio y el sonido del agua en numerosas fuentes le dan al Albayzin una atmósfera romántica ligeramente encantada.