El Mirador de San Nicolás es uno de los lugares que seguramente visitará cuando vengas a Granada. Además de la maravillosa vista, generalmente hay varias personas que ofrecen productos y servicios a los visitantes. Por lo general, hay una o dos personas que venden joyas, penientes caseras etc. Hay un servicio de escribir su nombre en árabe y, a veces, puede hacerse un tatuaje de henna que desaparece después de aproximadamente 10 días. A menudo hay una mujer gitana que vende castañuelas y un par de artistas que venden pinturas. Hay música flamenca y, si tienes suerte baile tambien. Como España es un país muy burocrático, no muchos de los vendedores ambulantes han podido obtener los permisos correctos para su actividad comercial y, de forma inesperada, desaparecerán repentinamente cuando los autoridades estén cerca.