El Palacio de Carlos V, situado en el complejo de la Alhambra, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista en España. Carlos V ascendió al trono español en 1516 y fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1519, convirtiéndose en el monarca más poderoso de su época. En 1526 contrajo matrimonio con Isabel de Portugal y, durante su luna de miel, se alojaron en la Alhambra, en las estancias que hoy se conocen como el Peinador de la Reina. Tan impresionados quedaron por la belleza de los palacios nazaríes que Carlos decidió construir una gran residencia imperial en el corazón del complejo.
Aunque era un emperador cristiano, Carlos V admiraba profundamente la arquitectura islámica y creía que la Alhambra debía conservarse por su excepcional belleza. Su respeto por los edificios nazaríes es una de las razones por las que se han conservado en tan buen estado.
El palacio que proyectó estaba concebido como un símbolo del poder imperial: una imponente fachada cuadrada que enmarcaba un sorprendente patio circular, una expresión pura de los ideales renacentistas y completamente distinta de la arquitectura morisca circundante. La construcción comenzó en la década de 1530 y se financió con los impuestos recaudados a los moriscos. Su revuelta en 1558 retrasó las obras, y Carlos V murió ese mismo año sin ver su palacio terminado. De hecho, el edificio no se finalizó por completo hasta 1957.
En los muros exteriores aún se pueden observar grandes anillos metálicos decorativos. No tienen ninguna función práctica, pero a los arquitectos del Renacimiento les gustaba añadir detalles inspirados en armaduras y elementos militares para conferir a los edificios un aspecto más imponente.
Se puede visitar el Palacio de Carlos V sin entrada a la Alhambra accediendo por la Puerta de la Justicia. En su interior, destaca el singular patio circular como el espacio arquitectónico renacentista más importante de España. Actualmente, el palacio alberga dos museos: el Museo de Bellas Artes (con una pequeña entrada de 2 €) y el Museo de la Alhambra, de entrada gratuita.