La historia de la partida de ajedrez en el castillo de Salobreña casi siempre aparece en cualquier historia de la localidad.
El castillo de la localidad sirvió no sólo como residencia de verano de los monarcas de Granada, sino también como prisión para los sultanes destronados y miembros de la familia real considerados desleales al actual sultán. La primera persona de esta lista en ser encarcelada fue Yusuf ben Muhammed.
A pesar de que Yusuf tenía derecho a convertirse en monarca del Reino de Granada, su hermano Muhammad VII ascendió al trono. Como resultado, Yusuf fue enviado como prisionero al Castillo de Salobreña, donde permaneció durante un largo período de 11 años.
Un día, Muhammad VII cayó gravemente enfermo y, durante sus últimos días, ordenó que su hermano encarcelado fuera condenado a muerte para asegurarse de que su propio hijo heredara el trono en lugar de Yusuf.
Cuando los mensajeros del sultán llegaron al castillo de Salobreña para pronunciar el veredicto, descubrieron a Yusuf jugando al ajedrez con el jefe de la prisión. Yusuf pidió un último deseo, que era terminar la partida de ajedrez, y los mensajeros accedieron. Al igual que Bobby Fisher en 1972, Yusuf prolongó deliberadamente la partida de ajedrez en cualquier forma que pudo, ganando el mayor tiempo posible. Sabía que el sultán Mahoma estaba en su lecho de muerte y que sus partidarios en Granada, indignados por la injusta sentencia de muerte, acudirían en su ayuda. El plan tuvo éxito y, en 1408, el prisionero Yusuf III finalmente se convirtió en el nuevo sultán de Granada.
