El Salón de los Embajadores es una de las mayores construcciones de la Alhambra. La sala tiene forma cúbica y en sus paredes no queda ni un resquicio sin decorar con yeserías cúficas (motivos caligráficos), de ataurique (vegetales) y de lacería (formas geométricas). La cúpula estrellada representa el cielo. El techo es una representación el Universo, quizás una de las mejores representaciones de la Edad Media.