Toda la ornamentación morisca se basa en un esquema estrictamente geométrico, y cada diseño puede resolverse en una disposición simétrica de líneas y curvas a distancias regulares. La intersección de líneas en varios ángulos es el secreto del sistema. Todas estas líneas fluyen de un tronco principal y no se introduce ninguna figura u ornamento al azar. La ornamentación musulmana aborrece la irregularidad y rechaza el simbolismo. La ley del Islam que prohibía la delineación de los objetos vivos no fue, sin embargo, siempre observada en este palacio de árabes medio europeizados.
Extracto del libro: Granada y la Alhambra: Breve descripción de la ciudad antigua de Granada, con especial mención al palacio moro por Albert Frederick Calvert